Manejo de Heridas y Cicatrices Faciales y Corporales
“Procedimiento realizado sobre la herida destinada a prevenir y controlar las infecciones y promover la cicatrización.
Es una técnica aséptica, por lo que se debe usar material estéril.
Remover tejido necrótico y cuerpos extraños.
Identificar y eliminar la infección.
Absorber exceso de exudado.
Mantener ambiente húmedo en las heridas.
Mantener un ambiente térmico.
Proteger el tejido de regeneración, del trauma y la invasión bacteriana.
La cicatrización es el proceso natural que tiene la piel para repararse a sí misma. Las cicatrices aparecen cuando la capa externa de la piel, la epidermis, sufre un daño y la lesión se extiende hasta la capa intermedia, la dermis.
Puedes realizar un tratamiento por láser y dermoabrasión removiendo las capas superiores de la piel, logrando que las cicatrices más superficiales desaparezcan y las profundas disminuyan. La dermoabrasión química es otro de los tratamientos eficaces, ya que actúa sobre las cicatrices más profundas.
Las cicatrices se producen como parte de la respuesta fisiológica normal del organismo a una alteración de la integridad de cualquiera de
los tejidos que lo componen. De forma general, pueden clasificarse en
normotróficas, atróficas, hipertróficas y queloides.”